Estos peces pueden medir entre 4 y 5
centímetros de longitud, tienen
forma alargada, redondeados en el dorso y
aplanados ventralmente.
Su cabeza es ligeramente aplanada, con los
ojos situados a ambos lados, lo que le
confiere una visión
lateral.
Una de las características morfológicas más
originales, aunque propias de los
Loricáridos, es la presencia de una
ventosa succionadora en la boca, que
les sirve tanto para alimentarse, como para
fijarse en las rocas o plantas, muy útil en
su hábitat natural de ríos con fuertes
corrientes.
Son peces carentes de vejiga natatoria, lo
que les impide nadar. Para solventarlo dan
saltos laterales y se sujetan con la boca al
sustrato, para evitar ser arrastrados por la
corriente de los ríos que habitan.
Las aletas poseen espinas de
refuerzo, similares (aunque no tan
fuertes) a las del Hypostomus
plecostomus, con el que comparte es
sobrenombre de pez Limpiafondos o
Limpiacristales.
No posee espinas en la aleta adiposa y en la
aleta caudal.
En cuanto a las diferencias entre
macho y hembra (dimorfismo sexual),
son casi inapreciables. Tal vez, la hembra es
algo más redonda y grande, mientras que el
macho es más estilizado y algo más pequeño.